jueves, 12 de mayo de 2011

Cómo se trabaja en una publicación Semanal.

Gustavo Sánchez Muñoz, goza de un amplio historial en el ámbito del diseño y maquetación en una de las publicaciones semanales más importantes en la actualidad, El País Semanal, cuya participación se remonta a octubre de 1989. Desde entonces mucho ha cambiado el sector editorial habiendo experimentado un importante auge en la década de los 90 para experimentar el declive que acompaña a la actual crisis económica.
De formación bien distinta (licenciado en Filología Árabe y Máster en Periodismo, ambos por la Universidad Autónoma de Madrid) acabó en el mundo de las artes gráficas.

Fundada en 1976, en la actualidad el magacine El País Semanal tiene una tirada que supera los 750.000 ejemplares, despues de haber llegado a la cifra de 1,2 millones de ejemplares hace algo más de una década, gracias a la venta de atlas, enciclopedias y otras publicaciones en fascículos. Si bien se imprime a día de hoy en Cabanillas del Campo, provincia de Guadalajara, otrora se hizo en Barcelona. Se emplea por lo general un papel satinado de unos 96 gr, mediante el empleo de maquinaria en offset y huecograbado, y la técnica del embuchado para unir los pliegos. La preimpresión se realizaba de forma separada al resto de los trabajos. pero debido a la situación actual actualmente se han aglutinado todas las actividades del proceso, mediante la autoedición que ha permitido reducir costes, tiempo y personal.

Esta revista ha centrado su público objetivo entre personas de clase media en alta, con estudios universitarios y posición cultural elevada. 

De entre los profesionales que entran a formar parte de la plantilla, destaca la figura del editor gráfico, cuyo número oscila entre tres y cuatro personas. Ellos son encargados, entre otros aspectos, de la gestión de compra de fotos, edición gráfica de la revista, ver y seleccionar el material presentado en la redacción, dar visto bueno a narrativa del reportaje, etc. Los correctores, por su parte se hallan, en palabras de Sánchez, se hallan en plena extinción, pese a ser esencial la corrección de estilo y ortográfica. Las labores de quienes trabajan en el departamento de preimpresión incluyen el escaneados de originales (de libros impresos), publicidad, pruebas de color, etc.

Es esencial para ello el empleo de aplicaciones destinadas a la maquetación y retoque fotográfico. En este caso la suite de Adobe (Photoshop e InDesign), Word, Illustrator, etc, en un entorno de Windows. Es crucial en el trabajo del diseñador o del maquetista disponer de medios técnicos para poder desarrollar el trabajo con precisión.

La publicación emplea un número reducido de tipografías como Didot, Befnton o Utopía. Si bien han cambiado a lo largo de estos años en los que ha variado el diseño de la revista, sin embargo se ha mantenido una misma tipología para cada uno de los apartados en los que se divide la publicación, para evitar crear cambios drásticos en la publicación que en cierto modo pueden molestar al lector, principal objetivo de la publicación. Esto también afecta a la propia ubicación de dichos apartados. Hay que ordenar la información para convencer, sorprender de forma agradable al cliente para que regrese a la semana siguiente.

Todo el trabajo se realiza en la red, a partir de carpetas con modelos, siguiendo las especificaciones establecidas mediante planillas que indican la extensión del reportaje, publicidad, fotografías, etc. 

Gustavo Sánchez destaca la importancia del trabajo de equipo y en la estandarización. Para ello se realizan bocetos concebidos entre varias personas que permitan decidir la disposición de los contenidos. esto supone un momento de creatividad, frente al resto de trabajo sometido a una necesaria estandarización (hojas de estilo, plantillas, etc.) para ahorrar costes y tiempo. De hecho cuando se han realizado nuevos diseños a lo largo de la vida de la revista (Fernando Gutiérrez, Oscar Marimé), se han de realizar nuevas plantillas siempre teniendo en cuenta la posibilidad de un uso compartido para facilitar la labor de los integrantes del equipo. Hay que decir, no obstante, que los proyectos de nuevo diseño de la revista requieren el visto bueno. A veces precisan modificaciones como puede ser el cambio del cuerpo del texto.

Asimismo es importante crear en el tiempo dispuesto, una vez con coherencia. Para ello es necesario saber quién firma cada artículo, ya que si se trata de una pluma reconocida no se puede alterar el texto original, por lo que requiere de la pericia del maquetador a la hora de organizar los contenidos en el espacio predeterminado. Ello supone evitar desigualdades en cuanto a acumulación de texto y el estudio de los blancos, importante este último porque permite crear movimiento. Las buenas fotografías requieren un buen trato.

Finalmente, la maqueta, una vez acabada, se desarrolla a pequeño tamaño a modo de prueba para recibir el visto bueno de la dirección, antes de imprimirse.

Para finalizar este blog, incluimos los enlaces de las páginas web de Gustavo Sánchez relativos al diseño y la imagen digital, pero también, sin olvidar su condición de filólogo, al glosario de términos de artes gráficas.




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