lunes, 11 de abril de 2011

ARNALDO GUILLEN DE BROCAR Y LA BIBLIA POLÍGLOTA COMPLUTENSE


De origen incierto, aunque hay autores que le atribuyen una procedencia alemana, mientras que otros suponen que pudo nacer en Broc o Le Brocar, en la comarca de Orthez, al norte de los Pirineos (Francia). Lo que parece seguro es que su aprendizaje debió realizarse en Alemania. La base para esta hipótesis se halla en la similitud de los tipos empleados en sus libros con los que se vienen haciendo en el país germánico. 
Para una gran parte de los bibliógrafos se constituyó en el príncipe del arte de la imprenta en España, y en su tiempo el más hábil y mejor tipógrafo.

Pudieron ser los reyes católicos quienes, aprovechando un momento de paz durante los conflictos con el reino navarro y este a su vez con otros de su entorno, mandaron llamar a Brocar, aceptando complacidos su estancia en Pamplona, otorgándole su protección para instalar sus prensas in regali civitate Pampilonensi (1490). 


Allí permaneció hasta 1501, hasta que se trasladó a Logroño debido al escaso ambiente cultural que se respiraba en Navarra en aquellos momentos. Hast entonces estuvo financiado por el italiano Tomás Favario de Lumelo, donde se Casó con María Zozaya, de la que tuvo dos hijos, Juan y Pedro, y una hija, María, la cual, a su vez contrajo matrimonio con el impresor estellés Miguel de Eguía* hacia 1503. 

Durante su estancia en la capital navarra realizó su primer incunable impreso en Pamplona es el Manuale secundum consuetudinem ecclesie Pampilonensis (1490), al que seguirán las Regulae de E. de Masparrauta (1492), el Epílogo en medicina y cirugía de J. de Kethan (1495) y otras impresiones de carácter religioso.

En 1502 el cardenal Jiménez de Cisneros, político y consejero espiritual de la reina Isabel I de España, decidió satisfacer las necesidades de los traductores y estudiosos que precisaban de una Biblia en los idiomas originales y una traducción latina mejorada,  con una sola publicación. Cisneros aspiraba a lograr una Biblia políglota, o plurilingüe, que contara con el mejor texto hebreogriego y latín, incluidas algunas partes en arameo. Dado que el arte de la impresión se hallaba en sus inicios, marcaría un hito en su historia la consecución de esta empresa. En 1510 Arnaldo fue llamado por el Cardenal Cisneros a Alcalá de Henares para imprimir dicha obra. 







Editada entre 1514 y 1517 con caracteres hebreos, caldeos y griegos,  estaba compuesta por seis tomos en folio. Si bien la imprenta de Alcalá de Henares venía funcionando desde 1492, año en el que se había publicado la Gramática Castellana de Antonio de Nebrija, según Cayetano Enríquez de Salamanca las actividades de la prensa universitaria habrían sido iniciadas por Arnaldo Guillén de Brocar y por su hijo Juan. Según el mismo autor Guillén de Brocar se encargó de labrar los primeros caracteres que hubo de hebreo, caldeo y griego en el mundo.


En menos de cinco años se imprimió toda la obra, cuyos gastos ascendieron, según Alvar Gómez, a cincuenta mil escudos de oro, cantidad enorme para entonces. La impresión estaba acabada en 1517, pocos meses antes de la muerte del cardenal; pero no entró en circulación hasta 1520, de cuya fecha es el breve apostólico de León X autorizándola, «por juzgar indigno que tan excelente obra permanezca por más tiempo en la obscuridad». El texto griego del Nuevo Testamento, impreso desde 1514, antes que otra cosa alguna de la obra, tiene la gloria de ser el primero que apareció en el mundo, anterior en dos años al de Erasmo, cuya primera edición es de 1516. Pero su publicación se retrasó mientras se trabajaba en el Antiguo Testamento, para que se pudiera publicar ambas partes juntas como una sola obra. Entretanto, rumores del trabajo de la Complutense llegaron hasta Desiderius Erasmus en Rotterdam, quien produjo y editó su propia edición del Nuevo Testamento en griego. Erasmus obtuvo un privilegio exclusivo de 4 años de publicación del emperador Maximiliano I de Habsburgo y del papa León X en el citado año de 1516. El texto de Erasmus fue conocido como el Textus Receptus.




Se cree que no fue ampliamente distribuida hasta 1522. El cardenal Cisneros murió en julio de 1517, cinco meses después de la finalización de la Biblia y nunca la vio publicada. De las 600 copias publicadas, sólo se sabe de la supervivencia de 123. 

Al igual que otros libros que imprimió Brocar, manifiesta un gusto y una técnica exquisitos. Utilizó caracteres góticos, sustituyendo los más antiguos por tipos lioneses o parisinos de 93 mm. Empleó marca geométrica en distintos tamaños, con la cruz sobre el círculo, partido diametralmente y en su interior, el brazo horizontal; las iniciales entrelazadas en la parte inferior del círculo AG y la D y la B en los extremos del brazo, que indicaban un solo impresor.


El tipo de letra creado para la Complutense por Arnao Guillén de Brocar ha sido considerada por tipógrafos como Robert Proctor como la cima del desarrollo tipográfico de la edición primitiva, antes de que el manuscrito de Aldus Manutius sobre tipografía dominara el mercado los siguientes dos siglos. Proctor basó su tipo Otter Greek de 1903 en la Complutense; el tipo GFS Complutensian Greek de la Greek Font Society también está basada en la Complutense.







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